Cómo teletrabajar cuando no lo has probado antes

Tanto hablar y hablar de las ventajas del teletrabajo, su creciente futuro, sus proyecciones, y tiene que venir un virus para lanzarnos a teletrabajar en serio. Y a experimentar, por falta de experiencia, formas de sacarle el máximo partido.

Venga. Admite que no eres de esas personas que se sienten a gusto -y hasta ilusionadas- ante la perspectiva de tener que trabajar a distancia. Aunque fuera un par de días a la semana. Que estás en el grupo amante de su espacio en la oficina, de la charla ante la máquina de café, de esas reuniones informales y no tan informales. Y que cuando la empresa dejaba caer que se estaban preparando programas, pensabas que no iba contigo.

Pues ha llegado el COVID-19 para ponerte las pilas con el teletrabajo, si es que tu actividad es susceptible de aprovecharlo.

 

LAS CIFRAS DEL TELETRABAJO  -no es una cosa de frikis, y cada vez menos

En realidad, hay bastante gente que teletrabaja. Según estadísticas de 2018, en España hay 1,43 millones de personas  que no trabajan en una oficina. Suponen el 4,3% de nuestra fuerza laboral muy por debajo del 14% de los Países Bajos (los líderes) y cerca de Reino Unido o Alemania.

En el cuarto trimestre de 2019, un 7,9% del total de ocupados ha teletrabajado alguna vez, cuatro décimas más que hace un año. Una cifra que equivale a poco más de 1,5 millones de personas y que supone un nuevo máximo histórico.

La revista FastCompany, en su artículo “Why remote work isn’t going away anytime soon” (“Por qué el trabajo a distancia no se va a ir pronto”), llega a estas conclusiones:

  • Los empleados a distancia, los teletrabajadores, son sencillamente más productivos: las últimas investigaciones demuestran que “los empleados que pasan la mayor parte de sus horas de trabajo fuera de la oficina son mucho más felices y productivos”.
  • El Internet de las Cosas está fusionando los espacios de vida y de trabajo: la tecnología está creando hogares inteligentes, capaces de ayudar a sus habitantes en muchos más ámbitos de su vida. Incluido el laboral.
  • La era de los servicios a conveniencia ha llegado: como siempre habrá profesionales online, en cualquier momento se podrán requerir servicios de cualquier tipo.

Así que preparémonos.

 

LA MENTALIZACIÓN DEL TELETRABAJO

El teletrabajo es, antes que nada, trabajo. Lo que cambia es el entorno, tanto físico como humano. El resto, en la medida en la que la actividad lo permita, debería ser casi igual: horario, pausas, rendimiento, concentración, consultas con colegas, comunicaciones con clientes, plazos de entrega, calidad del trabajo o percepción desde fuera de que estás en tu puesto.

Evidentemente no es lo mismo trabajar desde casa que desde un coworking o cualquier otro espacio compartido. Como lo más frecuente será trabajar desde casa nos centraremos en ese escenario a la hora de dar unas recomendaciones.

Como estas.

 

GUÍA PARA TELETRABAJAR SI NO LO HAS HECHO ANTES

  • Mentalízate: estás en el trabajo. Imagina que han redecorado la oficina y que se parece muchísimo a tu casa: a una habitación que puedas usar de despacho, al salón o a la cocina.
  • Crea tu espacio de trabajo. Aunque sea un rincón. Nada de estar tirado en el sofá o en la butaca. Ambienta ese espacio con los útiles de oficina que suelas usar.
  • Tus responsabilidades siguen vigentes. Tus clientes, compañeros y jefes cuentan con tu actividad como si estuvieras en la oficina. Visualízate dentro de tu rutina laboral de siempre, con las mismas interrelaciones humanas. O casi.
  • Márcate un horario. Tampoco hay que ser muy creativo: que sea el mismo que en circunstancias normales. Mantener una rutina es esencial en tu nueva situación.
  • Planifica tu jornada. Recuerda que lo que ha cambiado es el escenario y algunas herramientas, no tu trabajo.
  • Respeta tus pausas. Si sueles hacer una paradita a las 11.15, continúa haciéndola. Lo mismo te digo del tiempo de comida de 14.00 a 15.00.
  • Lo que no hagas en la oficina, tampoco lo hagas en tu casa. Esto vale para las visitas a la nevera, encender la televisión o cualquier otra distracción casera.
  • Deja claro al resto de la familia, mascotas incluidas, que no estás en casa. Que esa persona que tanto se te parece es un extraño que se ha venido a trabajar.
  • De la misma forma que dices no estar en casa con la familia, la familia tampoco está en casa contigo. También son unos extraños que se han colado en tu nueva oficina.
  • Vístete como para salir a la calle en plan casual.  El pijama es para dormir o para los fines de semana. ¿Vas a la oficina en chándal o pantalón corto, en kimono o en bata? ¿No? Pues tampoco vistas así mientras teletrabajas.
  • Piensa en términos de productividad, de cumplimiento de plazos y de todo lo habitual en tu trabajo. Si tienes un buen nivel de concentración en tu puesto de trabajo no deberías perderlo pasados unos pocos días en tu nueva situación.
  • Ha llegado el momento de la tecnología. Familiarízate con las herramientas y plataformas que la empresa decida utilizar para mantener la colaboración y comunicación entre sus empleados. Es una magnífica ocasión para conocer las maravillas de Slack, Evernote, Asana, Hive, Trello, ClickUp, Zoom, Skype, Google Docs, ProofHub, GoToMeeting, Whereby, Monday.com, Miro o Zoho, entre muchísimas otras.
  • Seguirás reuniéndote con las mismas personas… pero por Internet. Tienes la ocasión de pulir tus habilidades para mantener reuniones virtuales como un experto. Continúa haciendo las llamadas telefónicas que normalmente harías, y enviando los correos electrónicos habituales.
  • Para mantener arriba el ánimo y con las personas con las que tengas confianza suficiente, no tengas problema en contar qué tal te va en tu nueva oficina. No es un drama sino una pequeña aventura en la que podrás demostrar tu adaptabilidad.
  • Cuando acabe tu jornada laboral, sal a darte una vuelta. Airéate, física y mentalmente. Cuídate. Si solías hacer ejercicio al final del día, o a la hora de comer, sigue con ello.

Ánimo. El telepresente te espera, y el telefuturo está a la vuelta. Aprovecha esta ocasión para ponerte al día en habilidades que van más allá de la transformación digital. Es tu capacidad de adaptarte a las nuevas necesidades, a escenarios distintos, de evolucionar como profesional capaz de aprovechar los retos de hoy para ser mejor mañana.

 

ENTREVISTA: en el Podcast Turismo Pro, con Alejandro Barredo.

 > El Teletrabajo, ¿realidad o ficción? <

 

 

AUTOR
Alberto Losada Gamst. Consultor de empresas especializado en la inteligencia colaborativa y la gestión de las ideas. Escritor de artículos sobre innovación, comunicación en las empresas y repensamiento de nuestras actividades.

Como formador especializado en habilidades de comunicación, he impartido talleres en más de 30 empresas (muchas de las cuales han repetido con nuevos grupos) y más de 1.100 participantes. Y en todas las ocasiones he aprendido mucho de todos. ¡Gracias por ello!

IMAGEN: Free-Photos en Pixabay

 

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