Las 3 partes de un negocio con futuro

 

La mayor parte de las actividades económicas tiene varias facetas y funciona en distintos planos. Con excesiva frecuencia la vorágine del día a día nos bloquea en el presente, en el hoy, en este momento, y descuidamos los otros dos importantísimos planos de actividad: el de ayer y el de mañana.

Así que vamos a ver esos tres niveles o partes para separarlos bien y saber de qué trata cada uno.

 

LA PARTE QUE FUNCIONA

Es la que hoy nos está dando la facturación, la que hace que se esté moviendo la caja.

Comprende todos los aspectos y agentes que la hacen posible:

  • los productos o servicios que se venden,
  • los proveedores que nos los traen o que nos facilitan lo necesarios para poder ofrecerlos o producirlos
  • los canales de marketing y de ventas que hacen que sean conocidos por sus potenciales clientes
  • los colaboradores que intervienen en su desarrollo y venta
  • los procesos internos de la empresa que organizan su funcionamiento (almacén, administración, soportes tecnológicos, …)

Su cuidado y supervisión nos llevarán la mayor parte del tiempo… o no. Si apenas tenemos estructura, o si estamos solos en el negocio, tocará hacer de todo. Pero si tenemos colaboradores que puedan mantener en marcha toda la dinámica, entonces es cuando, como líderes, podremos dedicar tiempo mental a mirar, reflexionar y visualizar lo que vamos a dejar de hacer y haremos en un futuro. Es pensar en el medio y largo plazo de nuestro negocio o empresa.

 

LA QUE YA NO FUNCIONA

Se refiere a todo aquello que tenemos u ofrecemos pero que no está teniendo salida. Pensemos en el stock que tenemos ocupando espacio en el almacén (=un gasto financiero) y que el mercado ya no quiere. O en algunos servicios de nuestra cartera que hace meses o años que no se contratan, y que ahí siguen ocupando espacio en nuestros catálogos, páginas web y otros directorios.

En cierto modo es como un restaurante que mantiene en su carta platos que ya nadie pide.

Lo cierto es que ahí está, ocupando espacio y siendo parte del pasivo de nuestro negocio. No aporta beneficios pero sí costes.

Sabemos que con el tiempo las modas, las tecnologías, los hábitos de consumo, la logística y hasta las costumbres sociales cambian. El deber de quien dirige una actividad económica es hacer de vez en cuando ciertas “limpiezas” de catálogo basadas en los datos de ventas.

Que no nos pase como a mucha gente que acumula cosas en sus casas: ya no las usa, pero las guarda “por si acaso”. Una eventualidad que lo más probable es que no llegue nunca, pero ahí están los armarios y trasteros llenos de chismes olvidados y sin valor real ni sentimental.

Dejemos atrás el ayer, por favor.

 

LA QUE PODRÍA FUNCIONAR

Es aquella que determinará si tu negocio tiene futuro. Tu capacidad de entender los cambios que constantemente ocurren en los mercados, en la sociedad y en todas partes es la que definirá el próximo recorrido vital de tu actividad económica.

Así que lo primero será adoptar una mentalidad flexible, abierta y curiosa. Precisamente la que nos permitirá adentrarnos en ese incierto futuro. Promueve en tre tus colaboradores una cultura de trabajo abierta e innovadora.

¿Cómo puedo hacer esto?

  • ¿Has terminado ya de deshacerte de lo que no funciona? Empecemos por ahí: da la misma sensación que una casa recién pintada. Huele a limpio y fresco.
  • Adopta un pensamiento a futuro. ¿Qué nuevas cosas (productos, servicios, modas, hábitos de consumo) están apareciendo por ahí? No importa lo disparatados que nos parezcan en un primer momento: igual se consolidan e irán teniendo su público y clientela.
  • Como consecuencia de lo anterior, visualiza tu empresa en un futuro a medio plazo. ¿Qué crees que estará haciendo?
  • Mira lo que hacen tus competidores. Seguro que hay varios con ideas avanzadas. ¿Por qué lo harán?
  • Mira lo que hacen otros sectores. ¿Qué tipo de novedades están introduciendo? Seguro que alguna te vale de inspiración.
  • Apúntate a blogs o podcasts en los que se hable de tendencias, de innovación o de Creatividad. Verás la cantidad de cosas interesantes que se piensan y hacen por el mundo.
  • Permítete experimentar. Monta prototipos o productos mínimos viables y preséntalos a posibles clientes. Escucha lo que te comenten.
  • Explora la posibilidad de llegar a alianzas y pactos de colaboración con otros profesionales, empresas u organizaciones.

 

REFLEXIÓN FINAL

Llevar un negocio no es fácil. Como casi nada bueno lo es en la vida. Y el éxito viene de la mano de una adecuada organización y mentalidad. Del hecho de entender que si somos capaces de entrever el futuro tendremos muchas más posibilidades de llegar a él.

Deshagámonos de lo que nos lastra, afinemos y mejoremos lo que hoy funciona, y exploremos lo que nos puede llevar al futuro.

 

AUTOR

Alberto Losada Gamst. Consultor de empresas especializado en la inteligencia colaborativa y la gestión de las ideas. Escritor de artículos sobre innovación, comunicación en las empresas y repensamiento de nuestras actividades.

Como formador especializado en habilidades de comunicación e innovación en las organizaciones, he impartido talleres en más de 30 empresas (muchas de las cuales han repetido con nuevos grupos) y más de 1.300 participantes, tanto presencialmente como online. Y en todas las ocasiones he aprendido mucho de todos. ¡Gracias por ello!

IMAGEN: Lena Lindell en Pixabay

 

¿Te gusta lo que estás leyendo?

¡Apúntate al boletín de Avantideas!

Te puedes dar de baja del boletín semanal cuando quieras. Lee más en nuestra política de privacidad

Comparte tu opinión



¡No te pierdas ningún artículo!

Cuando quieras te puedes dar de baja. Lee nuestra política de privacidad para más información.

Buscar contenidos ...

Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors
Search in posts
Search in pages

Categorías de los artículos

Suscríbete a nuestro Boletín

¡No te pierdas ningún artículo!

Cuando quieras te puedes dar de baja. Lee nuestra política de privacidad para más información.