Llevamos ya muchos años en los que se da cada vez más importancia al factor humano en el devenir de las organizaciones. Que por muy bien que estén estructuradas, si falta motivación y compromiso en sus personas no hay nada que evite el desastre.
La consultora Gartner deja 3 reflexiones que considera como verdades:
- los empleados son personas, no sólo trabajadores.
- el trabajo es un subconjunto de la vida, no está separado de ella.
- el valor proviene de los sentimientos, no sólo de las características y descripciones.
Y aquí aporta una revelación. Consideran que los últimos tres años (los peores de la pandemia) fueron un catalizador para elevar el propósito y los valores personales. Lo tristemente llamativo es un dato que obtuvieron: mientras que el 82% de los empleados dice que es importante que su organización los vea como una personas y no solo como empleados, sólo el 45% de los empleados cree que su organización realmente los ve de esta manera.
¿Qué se puede hacer desde la empresa? La responsabilidad está muy repartida: departamento de RRHH, actitud y convicciones de los mandos intermedios y responsables de equipo y, sobre todo, de la cúpula de la empresa. Porque de poco valen las buenas palabras desde la Dirección acompañadas de una impresionante declaración de Misión, Visión y Valores (redactada probablemente por el departamento de Marketing) si luego no se acompañan con la realidad del día a día.
LAS PERSONAS Y SUS TALENTOS QUE SE VAN O SE QUEDAN
Hay dos factores que condicionan la rotación de las personas entre empresas. Eso que llamamos la fuga de talento. Son el valor de los profesionales (entendido como un mix de escasez de su conocimiento y su capacidad de generar valor para la empresa), y las tasas de paro de cada país. En los países con menos paro más se esfuerzan las empresas en retenerlo, y lógicamente acaparan los mejores cerebros.
Veamos los datos: en el Global Talent Competitiveness Index (GTCI) de 2023 vemos que los países que están a la cabeza en su competitividad para atraer el talento son casi los mismos desde 2013: este año 2023 y por orden son Suiza, Singapur, Estados Unidos, Dinamarca y Países Bajos. De los primeros 25, 17 son europeos. Y en los 10 años que lleva haciéndose el informe, 8 de los 10 primeros puestos corresponden a países que ya estaban en la edición de 2013. Esto habla de una cultura empresarial relacionada con la nacional que favorece la creación de buenos ecosistemas económicos en los que las personas se sientan a gusto y con capacidad de desarrollarse al máximo.
Al final, el GTCI nos deja 6 mensajes sobre la lucha por el talento humano y cómo se desarrollará hasta 2030:
- La competitividad del talento ganará aún más importancia como elemento crítico de la competitividad, la innovación y el poder blando geopolítico para naciones, ciudades y organizaciones.
- La competencia por el talento se volverá más feroz. A medida que las incertidumbres y las tensiones internacionales sigan acumulándose (en el comercio, la inversión, la política y la diplomacia), habrá crecientes guerras de talentos.
- El mundo del trabajo se transformará aún más, impulsado por la evolución de las expectativas de las generaciones más jóvenes, los nuevos modelos económicos y las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial.
- Las ciudades y regiones serán pioneras en nuevas estrategias de talento e innovación. La calidad de vida y la sostenibilidad serán activos fundamentales para quienes aspiran a convertirse en centros de talento.
- Las políticas globales centradas en el talento serán cruciales para prevenir tensiones y aprovechar el potencial humano y tecnológico para un mundo mejor, más sostenible e igualitario.
- Las habilidades y la educación seguirán siendo herramientas vitales para capacitar a los trabajadores para que hagan contribuciones significativas a sus economías y sociedades.
Así que volvamos al comienzo: sin personas motivadas y comprometidas,capaces de generar valor a sus empresas, no hay futuro. Esto no lo compensarán las tecnologías, ni los procedimientos, ni las automatizaciones, ni las innovaciones, ni las grandes frases.
Una empresa que no cuida a sus colaboradores, que no les ayuda a desarrollar su potencial, que no les ofrece un futuro ni les hace sentirse parte de ese futuro, es una empresa de paso y no de destino. Los mejores talentos la verán como una etapa más bien breve de su carrera y luego se irán.
Muy probablemente, a otra empresa de la competencia más inteligente en la gestión de las personas.
Alberto Losada Gamst. Director y cofundador de Avantideas. Consultor de empresas especializado en la inteligencia colaborativa y la gestión de las ideas. Escritor de artículos y ponente sobre creatividad e innovación, comunicación en las empresas y repensamiento de nuestras actividades.
Como formador especializado en habilidades de comunicación e innovación en las organizaciones, he impartido talleres en más de 30 empresas (muchas de las cuales han repetido con nuevos grupos) y más de 1.600 participantes a finales de 2023, tanto presencialmente como online. Y en todas las ocasiones he aprendido mucho de todos. ¡Gracias por ello!
IMAGEN: nd3000 de Getty en Canva Pro
