¿Por qué algunas personas parecen progresar constantemente en su vida profesional y personal mientras que otras repiten los mismos errores?
Creo que parte de la respuesta está en cómo afrontan los problemas. Es una cuestión de mentalidad.
Con el tiempo, la persona que afronta la vida abierta a equivocarse y dispuesta a aprender supera a la que no lo hace.
Traducido y adaptado del original "The Difference Between Open-Minded and Closed-Minded People", en el blog de Farnham Street
¿CÓMO REACCIONAS ANTE LAS ANOMALÍAS?
Cómo respondes a las anomalías es un buen indicador de tu apertura mental.
Las anomalías son como un fallo en la matriz. Puedes identificar estos momentos cuando encuentras algo sorprendente, que falta o que es extraño.
Las anomalías indican que el mundo no funciona como creías. Estos momentos pueden valer su peso en oro si prestas atención.
Las personas cerradas tienden a ignorar o pasar por alto las anomalías. Las personas abiertas quieren sumergirse y comprender. Por supuesto, sumergirse es difícil, ya que puede requerir que descartes tus ideas y creencias.
Las anomalías no son la única forma de averiguar con qué mentalidad operan las personas. En su libro Principios, Ray Dalio, multimillonario hecho a sí mismo y fundador del mayor fondo de cobertura del mundo, expone otras siete formas de distinguirlas.
1. Cuestionar las ideas
Las personas cerradas anteponen su ego al resultado. Se abstienen de preguntar y se centran en refutar a los demás sin intentar comprender sus puntos de vista. Tienden a frustrarse cuando se les cuestiona y perciben a quienes buscan aclaraciones como obstáculos para progresar. Tienden a enfadarse fácilmente con las personas que no están de acuerdo.
En pocas palabras, que están en el lado equivocado de lo correcto.
"Las personas de mentalidad abierta sienten más curiosidad por saber por qué hay desacuerdo. ... Entienden que siempre existe la posibilidad de que estén equivocados y que merece la pena dedicar un poco de tiempo a considerar los puntos de vista de la otra persona". dice Ray Dalio.
Las personas abiertas encuentran aprendizaje en todo. Ven el desacuerdo como un medio reflexivo para ampliar sus conocimientos. No se enfadan ni se molestan ante las preguntas, sino que quieren identificar dónde radica el desacuerdo para poder corregir sus percepciones erróneas. Se dan cuenta de que tener razón significa cambiar de opinión cuando alguien sabe algo que ellos no saben.
2. Afirmaciones vs. preguntas
Las personas cerradas escuchan para ganar, no para entender. Se sientan en las reuniones y están más que dispuestas a ofrecer sus opiniones, pero nunca piden a los demás que amplíen o expliquen sus ideas. Las personas cerradas piensan en cómo refutar a la otra persona, en lugar de intentar comprender lo que se les escapa.
Las personas abiertas creen sinceramente que pueden estar equivocadas; las preguntas que hacen son auténticas.
Las personas de mente abierta saben que, aunque tengan una opinión sobre un tema, podría contar menos que la de otra persona. Quizá estén fuera de su círculo de competencia o quizá sean expertos. En cualquier caso, siempre sienten curiosidad por saber cómo ven las cosas los demás y sopesan sus opiniones en consecuencia.
3. Comprensión
Los comportamientos por defecto de las personas nos lo indican rápidamente. Cuando no estás de acuerdo con alguien, ¿cuál es su reacción? Si se apresuran a reformular lo que acaban de decir o, peor aún, a repetirlo, sin hacer preguntas, es que asumen que no les entiendes y no que no estás de acuerdo con ellos.
Las personas abiertas se sienten obligadas a ver las cosas a través de los ojos de los demás.
Cuando no estás de acuerdo con una persona de mente abierta, se apresura a suponer que puede que no entienda algo y a pedirte que le digas en qué punto su comprensión es incompleta.
4. Puede que me equivoque, pero...
Dalio da en el clavo. No tengo nada que añadir.
Las personas abiertas saben cuándo hacer afirmaciones y cuándo hacer preguntas.
5. Cállate
"Las personas de mente cerrada impiden hablar a los demás".
Las personas cerradas de mente no tienen tiempo para repetir algo de lo que ya se ha hablado. No quieren oír la voz de nadie más que la suya propia.
(Dalio ofrece una "regla de los dos minutos" para evitarlo: Todo el mundo tiene derecho a hablar durante dos minutos sin ser interrumpido).
Las personas de mentalidad abierta siempre están más interesadas en escuchar que en hablar.
Más que eso, dicen cosas como: "Sam, me he dado cuenta de que has estado callado. ¿Te gustaría ofrecer tus ideas al grupo?".
6. Sólo entra un espermatozoide
Las personas de mente cerrada tienen problemas para mantener dos pensamientos simultáneamente en sus mentes.
Esto me recuerda la memorable cita de Charlie Munger: "La mente humana se parece mucho al óvulo humano, y el óvulo humano tiene un dispositivo de cierre. Cuando entra un espermatozoide, se cierra para que no pueda entrar el siguiente". Está en nuestra naturaleza cerrar la mente en torno a nuestras ideas favoritas, pero no es la forma ideal de pensar y aprender.
7. Un poco de humildad
Las personas cerradas de mente carecen de un profundo sentido de la humildad.
¿Dónde se adquiere la humildad? Normalmente, del fracaso: un fracaso tan terrible que no quieren repetirlo. Recuerdo cuando un fondo de cobertura del que formaba parte del consejo tomó una terrible decisión de inversión. Después pasamos mucho tiempo restregándonos las narices para asegurarnos de que no repetiríamos el mismo error. En el proceso, aprendimos mucho sobre lo que no sabíamos.
Las personas de mentalidad abierta se enfrentan a todo con un profundo temor a equivocarse.
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Si reconoces en ti algunos patrones de comportamiento cerrados, no estás solo. Todos estamos a medio camino entre la mentalidad abierta y la cerrada. Para complicar aún más las cosas, varía según el día y la tarea.
Ser de mente abierta requiere mucho trabajo y no ocurre por accidente.
Cuando detectes tendencias cerradas, reconoce lo que ocurre, pero no te culpes. En lugar de eso, reflexiona sobre lo que ocurre a un nivel más profundo. Quizá pienses que el mundo debería funcionar de otra manera. O quizá sea otra cosa. En cualquier caso, es una oportunidad para aprender más sobre ti mismo y sobre el mundo.
Tener la mente abierta no significa dedicar una cantidad desmesurada de tiempo a considerar ideas manifiestamente malas o pensamientos chapuceros. Debes tener en la cabeza lo que Garrett Hardin llama un "estado por defecto" sobre diversas cuestiones. Si alguien te ofrece el proverbial "esto es gratis", no pasa nada si te muestras escéptico. Si alguien te ofrece construir una máquina de movimiento perpetuo, te sugiero que lo ignores, ya que está violando las leyes de la termodinámica. Si alguien se ofrece para ayudarte a defraudar al gobierno y te sugiere que "nadie lo sabrá", te recomiendo que te alejes inmediatamente. Hay sabiduría en la cerrazón sobre ciertos temas.
¿Conoce a alguien que no tenga puntos ciegos? Lo dudo mucho. Entonces, ¿por qué ibas a ser tú diferente? Como Dalio deja claro, debes participar activamente en el proceso de apertura mental: no ocurrirá por accidente.
AUTORES
Farnham Street, dirigida por Shane Parrish con su equipo Vicky Cosenzo, Dalton Mabery y Deborah McGee. Su lema: "Ayudarte a dominar lo mejor de lo que otras personas ya han descubierto".
IMAGEN: fusionado de las fotos de Sam Williams (hombre en blanco y negro) Tim Douglas (open) en Pexels
