Hace varios años, un artículo sobre la toma de decisiones y el hockey se hizo viral porque daba la vuelta a una pieza fundamental de la estrategia del hockey.
En el hockey, cuando vas perdiendo por un gol o más, tradicionalmente sacas a tu portero de la portería a los 2 minutos. Es un intercambio. Refuerzas tu ataque, pero dejas la portería desatendida (dando al otro equipo una mejor oportunidad de marcar y ampliar su ventaja).
Traducido y adaptado del original "How Emotional Intelligence Can Power Better Decision-Making", por Talent Smart EQ en su blog.
El artículo se hizo viral porque mostraba que la marca de los 2 minutos era una convención basada más en la emoción que en la lógica. Desde el punto de vista estadístico, demostraron que un equipo con una desventaja de un gol debería sacar a su portero a falta de unos 6 minutos y que un equipo con una desventaja de 2 goles debería sacar a su portero a falta de unos 12 minutos. La razón por la que los entrenadores no lo hacían era porque también aumentaban las probabilidades de perder gravemente. En otras palabras, los entrenadores decidieron no asumir el riesgo estadísticamente correcto porque temían la respuesta de los propietarios, los aficionados y los jugadores si perdían por un margen mayor.
CÓMO LAS EMOCIONES AFECTAN A LAS DECISIONES
Las emociones impulsan las decisiones todo el tiempo. Hay estudios que demuestran que si disfrutas de tu experiencia universitaria, es mucho más probable que hagas donaciones, que los mercados bursátiles cambian con el tiempo en todo el mundo y que los lanzadores batean más en los días calurosos.
No se trata de decir que las emociones siempre perjudican la toma de decisiones. Eso no es cierto. La ansiedad ante un riesgo puede ayudarle a evitar algo innecesario o incluso perjudicial, ya sea apostar, conducir demasiado rápido o soltar lo que se le ocurra en una reunión.
La cuestión es que no puedes dejar las emociones fuera de la ecuación cuando tomas una decisión. Eso no es posible. Lo mejor que puedes hacer es aprender a sintonizar con tus emociones, no a desconectarlas.
CÓMO PUEDE AYUDAR AL INTELIGENCIA EMOCIONAL
Tu capacidad para reconocer, comprender y gestionar tus emociones es la base de la inteligencia emocional. Cuando se trata de tomar decisiones, las habilidades de Inteligencia Emocional pueden ayudarte a ver cómo tus emociones afectan a tus decisiones y a gestionarlas en consecuencia.
Con la práctica, las habilidades de Inteligencia Emocional te ayudan a aumentar el número de veces que las emociones trabajan a tu favor cuando tomas decisiones y a disminuir el número de veces que se interponen en tu camino.
En TalentSmartEQ, nuestra investigación ha demostrado lo cruciales que son las habilidades de Inteligencia Emocional para la toma de decisiones. Hemos recogido una muestra de 716 líderes de prácticamente todo tipo de organizaciones, desde hospitales a bancos e iglesias a casinos. Al medir a estos líderes con la evaluación de liderazgo 360o Refined, descubrimos que casi el 70% de los líderes con una alta calificación de Inteligencia Emocional por parte de sus compañeros, subordinados directos y miembros de la junta directiva también se encontraban entre los más capacitados para tomar decisiones. Por el contrario, ¿adivina cuántos de los que tienen un mal control de sus propias emociones se encuentran entre los mejores tomadores de decisiones? Cero. De hecho, el 69% de los líderes evaluados por tener una baja Inteligencia Emocional también se clasificaron en el 15% inferior de los tomadores de decisiones.
GUÍA PASO A PASO HACIA EL LADO EMOCIONAL DE LA TOMA DE DECISIONES
Independientemente de la posición en la que te encuentres en una evaluación 360 Refined, la buena noticia es que la Inteligencia Emocional puede mejorarse con la práctica. Lo que sigue es una guía paso a paso sobre cómo aprovechar la inteligencia emocional para tomar mejores decisiones.
-Paso 1: retrasa, retrasa, retrasa
Hay momentos en los que actuar inmediatamente es lo más eficaz que puedes hacer. Suele tratarse de una situación de lucha o huida: agacharse cuando un objeto vuela hacia la cabeza o apartarse del camino de un coche que frena de repente. El tiempo es esencial en estas situaciones, por lo que se actúa por instinto.
Pero para la mayoría de las decisiones, reducir la velocidad te da tiempo para encontrar un equilibrio entre tus emociones y el pensamiento racional. Las cosas se viven emocionalmente y luego racionalmente (en ese orden), así que retrasar es, literalmente, la forma de pensar racionalmente.
En Corea, una política en torno al divorcio descubrió que retrasar las decisiones puede salvar los matrimonios. Cuando se obligó a las parejas a tener un periodo de "enfriamiento" de seis meses entre la solicitud de divorcio y el procedimiento real, el 5% de los divorcios no llegaron a producirse. Cuando las emociones se calmaron, las parejas se dieron cuenta de que todavía querían seguir juntos.
Aunque, por supuesto, no siempre se dispone de seis meses, la idea es la misma. El tiempo permite procesar las emociones y pensar racionalmente. Retrasa lo mejor que puedas para tu situación. Eso puede significar una pausa de 6 segundos para respirar profundamente, un paseo de 30 minutos o una buena noche de sueño.
-Paso 2: identifica el lado emocional de tu decisión
Ahora que has ganado algo de tiempo, tómate un momento para hacerte esta pregunta: "¿Cómo afecta la decisión a la que me enfrento a la forma en que me siento?" A medida que vayas analizando tus sentimientos, trata de ir al detalle.
Si te sientes abrumado o no puedes saber exactamente lo que sientes, ve un poco más allá. Pregúntate si te sientes positivo o negativo, bueno o malo. ¿En qué medida? A partir de ahí, sé más específico. Intenta empezar por el centro de la rueda que aparece a continuación. Trabaja hacia fuera tanto como puedas.
Hagas lo que hagas, no intentes ser la persona que reprime tus emociones pensando que esto te convertirá en un centro de poder racional y de toma de decisiones. Las investigaciones demuestran que este enfoque es contraproducente y hace que sientas más intensamente.
-Paso 3: repiensa esaos sentimientos que se meten en el camino
El término elegante es "reevaluación", y funciona más o menos así:
- Si sales de un examen difícil sintiéndote ansioso por los resultados, pensando que lo he estropeado, podrías decirte a ti mismo: es sólo un examen.
- Al ver la herida sangrante de tu cónyuge, podrías pensar: "Esto es demasiado". Para reevaluar, podrías adoptar la mentalidad de un médico. Tu pensamiento se convierte en: "He visto esto" o "lo tengo".
La idea de la reevaluación es sencilla pero impactante cuando intentas tomar una decisión. A menudo, imaginando que eres la persona más adecuada para la situación (como un médico para una herida), puedes captar la mentalidad adecuada para la situación. El entrenador de hockey, por ejemplo, podría superar su miedo a las reacciones de los socios, los aficionados y los jugadores adoptando la mentalidad de un matemático. Esto suena casi demasiado bueno para ser verdad, pero el concepto está respaldado por investigaciones que demuestran que la revalorización es una de las formas más poderosas de gestionar las emociones. Lo difícil es utilizar este enfoque en tiempo real.
-Paso 4: revisa tus valores
El fundador de Patagonia, Yvon Chouinard, toma decisiones más inusuales que la mayoría: dejó de personalizar los forros polares de Patagonia en varias empresas de la lista Fortune 500 por su impacto medioambiental; en lugar de animar a la gente a comprar más ropa de Patagonia, se ofreció a reparar gratuitamente la ropa de la gente e incluso a ayudarles a revender su antigua ropa de la Patagonia si ya no les quedaba bien; a partir de los años 70, concedió permisos de maternidad y paternidad, y creó una guardería en la oficina que hacía hincapié en la educación; cuando las olas son buenas, espera que sus empleados salgan a surfear.
Este tipo de decisiones nunca fueron difíciles de tomar para Chouinard. Ello se debe a que considera esas decisiones como una extensión del valor principal de su empresa: "En Patagonia, tomamos nuestras decisiones importantes basándonos en que queremos estar aquí dentro de 100 años".
Una parte importante de la inteligencia emocional es conocer tus valores. Cuando te enfrentas a una decisión aparentemente difícil, revisar tus valores puede hacer que la decisión sea repentina y casi sorprendentemente sencilla. Los valores son como un timón interno que nos guía a través de una vida de decisiones.
Revisar tus valores de este modo también te ayudará a evitar tomar decisiones sólo por la aprobación de los demás (para complacer a tus padres, a tu pareja, a tus amigos o a tu jefe).
-Paso 5: busca perspectivas fiables
Las perspectivas te sacan de tu visión de túnel. Un entrenador de hockey que está tan pendiente de lo que piensan los demás podría sorprenderse de la respuesta entusiasta cuando le plantea la idea al capitán de su equipo.
Una segunda perspectiva casi siempre influirá en la forma de ver la decisión y las emociones que la rodean. Los sentimientos de duda sobre una nueva oportunidad pueden desaparecer por completo en una rápida conversación con un amigo que te señale todos los éxitos anteriores que has tenido y que ahora estás pasando por alto.
-Paso 6: no lo pospongas indefinidamente
Es un clásico de las comedias románticas que el protagonista se sienta nervioso para decidir cómo invitar a salir a la persona que ama. Cuando se anima, esa persona ya tiene una nueva relación.
Esto es un truco por una razón. Ocurre a menudo en la vida real. Esto se debe a que las emociones pueden provocar retrasos, y no de los buenos. Emociones como el miedo y la ansiedad pueden hacer que evites la acción por miedo a las posibilidades (por muy improbables que sean). Si no tienes cuidado, tu retraso puede convertirse en tu decisión. Las oportunidades pasan.
-Paso 7 (opcional): toma una decisión sobre tu decisión
No todas las decisiones son definitivas. Un entrenador de hockey puede sacar a su portero antes de tiempo una vez, y luego no volver a intentarlo. Si tienes en cuenta esto, el paso 6 es mucho más fácil. Cuando tu decisión no sea definitiva, tómate el tiempo necesario para reevaluarla. ¿Quieres continuar en esta dirección? Es probable que tengas que reconsiderar los pasos 1 a 6 al tomar una decisión sobre tu decisión.
DEL CONOCIMIENTO A LA ACCIÓN: UNA LISTA DE COMPROBACIÓN DE INTELIGENCIA EMOCIONAL PARA TU PRÓXIMA DECISIÓN
- ¿Has identificado tus emociones? Si te sientes abrumado o no estás seguro de lo que sientes, empieza por lo más amplio (¿positivo o negativo? ¿Bueno o malo?) y ve avanzando hacia lo más específico.
- ¿Te has replanteado tu forma de abordar las emociones que se interponen en tu camino? Esto puede requerir un poco de gimnasia mental.
- ¿Consideraste tus valores?
- ¿Buscaste una perspectiva externa?
- ¿Tomaste la decisión antes de que el tiempo se convirtiera en tu enemigo? Evita retrasar lo inevitable.
- Una vez tomada la decisión, ¿volviste a decidir si quieres seguir en esa dirección o dar marcha atrás?
AUTOR
TalentSmartEQ es el principal proveedor mundial de formación y desarrollo de inteligencia emocional (EQ), certificación, evaluaciones y coaching.
Más del 75% de las empresas de la lista Fortune 500 confían en nuestros productos y servicios. Todas nuestras evaluaciones de vanguardia son fáciles de usar, se basan en una investigación rigurosa e incluyen nuestro sistema de aprendizaje electrónico y Goal-Tracking System™. Nuestros programas de formación y servicios de coaching, probados, potentes y prácticos, garantizan la aplicación inmediata de las nuevas habilidades. Nuestro libro premiado y número uno en ventas, Inteligencia Emocional 2.0, es una adición innovadora a la aplicación de la Inteligencia Emocional en el lugar de trabajo.
IMAGEN: Victoriano Izquierdo en Unsplash