Los tiempos especialmente cambiantes exigen que las organizaciones sean especialmente adaptables. En los últimos años hemos visto la aparición de Cisnes negros (acontecimientos inesperados de enorme impacto): desde la primera crisis financiera de 2008, pasando por la pandemia, y de momento hasta la invasión rusa de Ucrania.
La contundente vuelta de Donald Trump a la presidencia de EEUU y a la geopolítica mundial acelera este escenario imprevisible ante el que hay que tomar decisiones rápidas y de calado.
Según el último informe de Foro Económico Mundial sobre el futuro del trabajo 2025, se espera que la fragmentación geoeconómica y las tensiones geopolíticas impulsen la transformación del modelo de negocio en un tercio (34%) de las organizaciones encuestadas en los próximos cinco años. Más de una quinta parte (23%) de los empleadores mundiales señalan el aumento de las restricciones al comercio y la inversión, así como las subvenciones y las políticas industriales (21%), como factores que condicionan sus operaciones.
De modo que pasamos de la empresa ortodoxa, la de toda la vida que cambia poco a poco, a otro esquema dinámico y que integra nuevas opciones, agentes y formas de interactuar con empleados, colaboradores, clientes, proveedores, socios y los muchos stakeholders que existen. La pureza del paradigma empresarial de antaño da paso a nuevos ingredientes del mix que la compone.
Y son muchas las opciones. Veremos distintas nuevas formas de organizar una empresa: por razones demográficas, tecnológicas, geopolíticas, medioambientales, de gestión del talento, tendencias sociales y hasta otros planos de acción.
Hemos llegado a la Empresa Superhíbrida.
¿En qué consiste esa superhibridación? Vamos allá.
TRABAJO PRESENCIAL Y REMOTO
Esta es la primera y más extendida acepción de “trabajo híbrido”. Ni todos en la oficina ni todos en casa. Unos días se trabaja en un sitio y otros en otro.
Esta diferenciación ya la tenemos asumida y no hay mucho que explicar. Los tres modelos (presencial, remoto e híbrido) tienen cada uno sus ventajas e inconvenientes.
Lo que está claro es que las organizaciones más orientadas al futuro valorarán mucho más el rendimiento en función de los resultados, que la simple presencia.
Y una de las consecuencias de esta hibridación es la dificultad de concentrarse, en un sitio o en otro, lo que frustra a muchos trabajadores. Como no se ven, tampoco saben qué están haciendo los demás a la hora de interactuar. El autor y profesor de la Universidad de Georgetown, Cal Newport, llama a esto el "trabajo profundo" que impulsa los resultados de mayor calidad. Basta con organizar mejor las reuniones, sobre todo las virtuales.
HUMANOS E INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Estamos viendo ya distintos niveles de trabajo en equipo entre personas y sistemas cibernéticos. La llegada y popularización de la IA Generativa está suponiendo una reevaluación de cada vez más trabajos.
El Foro Económico Mundial lo tiene claro: la colaboración entre humanos e inteligencia artificial (IA) podría desbloquear hasta $ 15.7 billones en valor económico para 2030, pero esto dependerá de medir las fortalezas y habilidades de ambos.
No se trata de competir sino de complementarse, algo para lo que hay que pararse a pensar. En este sentido, afirman que “la claridad de los roles es esencial para una colaboración efectiva entre humanos y IA”. La evaluación de las capacidades humanas y de IA permitirá a las organizaciones determinar dónde destaca la IA, normalmente en áreas como la automatización de tareas repetitivas y pesadas de datos, y dónde las habilidades humanas como la creatividad y el juicio son las áreas en las que más valor aportan.
EQUIPOS DE TRABAJO TEMPORALES
Una consecuencia lógica del creciente trabajo por proyectos dentro de las empresas. No se trata de departamentos que colaboran en una tarea específica, sino de individuos seleccionados por su capacidad de aportar valor a ese proyecto.
Es más: además de las personas en plantilla de la empresa se pueden unir profesionales externos que añadan alguna capacidad o experiencia que no se encontró dentro de ella.
Liderar estos equipos supone un auténtico reto. Siguiendo el esquema de Bruce Truckman, habrá que pasar por sus 5 momentos: la formación del equipo, la gestión d ellos primeros conflictos, la normalización de sus dinámicas, el alcance de la velocidad de crucero, y finalmente su disolución por haberse completado su objetivo.
Luego hay que pensar qué se hace con ese conocimiento adquirido. ¿Cómo aprovechar las sinergias generadas durante el proyecto? ¿Sería posible reutilizar el equipo si funcionó bien para ese proyecto determinado? Y una propuesta: todos sabemos que hay personas que se desenvuelven muy bien en entornos temporales, normalmente con plazos cortos y objetivos muy concretos. Sería muy útil tener en la empresa una lista de profesionales que ya han participado en equipos temporales para acudir a ellos en el próximo proyecto.
MULTICULTURALIDAD
Consecuencia directa de otros factores de hibridación es la variedad de culturas en las personas que integran una organización. Con los formidables medios de comunicación que hoy tenemos es fácil disponer de talento que geográficamente está disperso y que ha crecido en sociedades con diversidad de valores y costumbres.
Esto hace que haga falta una mente abierta para colaborar y liderar. Una capacidad de separar nítidamente las ideas y capacidades de las personas que las tienen. Porque como cada una tiene su lenguaje (y no hablo de idiomas sino de formas de expresar y recibir información) y su mentalidad, hay que saber entender el fondo cultural desde el que cada uno habla y actúa.
Una buena gestión y aprovechamiento de esta diversidad cultural tiene muchas ventajas para la empresa. Se potencia la innovación, ayuda a atraer y retener el talento, mejora la reputación y responsabilidad social corporativa, y fruto de todo esto refuerza la competitividad empresarial.
TALENTO INTERGENERACIONAL
Siempre ha ocurrido que en una organización convivan varias generaciones, con las más jóvenes preparándose para tomar el relevo a las que se acercan a la jubilación. Lo que pasa es hoy todo va más rápido y dura menos en el tiempo: desde la antigüedad de los empleados hasta la rotación laboral.
El talento no tiene edad sino momento. Cada desafío, cada incertidumbre, necesita un mix de habilidades, capacidades y perspectivas para seguir adelante. Por eso es tan importante cultivar la relación entre los trabajadores de distintas generaciones, ya que cada una trae sus puntos fuertes y a mejorar. Organizar unos buenos programas de mentoring, mezclar edades en los equipos, realizar conjuntamente actividades de teambuilding e iniciativas semejantes hará que la empresa pueda aprovechar al máximo esta hibridación de edades e intereses.
El uso de la Inteligencia Artificial generativa es un ejemplo. Los nativos digitales la aprenderán a manejar con más soltura y rapidez. Pero los perfiles senior son más capaces de interpretar críticamente lo que ofrece una IA generativa: como tienen mucha más experiencia y criterio, les será más fácil darse cuenta de que la IA está alucinando.
CLIENTES HUMANOS Y AGENTES IA
Un Agente de IA va más allá de la IA generativa. Es un sistema de software que pueden gestionar tareas de manera completamente autónoma. Puede tomar decisiones por su cuenta aprovechando el aprendizaje automático, el procesamiento del lenguaje natural para analizar los datos, y entender los resultados de lo anterior. Puede interactuar con los clientes y encontrar soluciones sin intervención humana alguna.
Lógicamente, por donde primero se han popularizado es en la atención al cliente. Se entrena a una IA con toda la información necesaria como el catálogo, las condiciones de contratación, política de devoluciones, requisitos de la garantía y, en general, casi todo lo que pueda necesitar saber para contestar las preguntas de los clientes. Es cuando ese chatbot que vemos ya en casi todas las webs de empresas salta en nuestra pantalla y nos pregunta que en qué puede ayudar.
Su utilidad es evidente: sirve para ofrecer a los clientes una atención 24/7 todo el año, sin contratar plantilla ni organizando turnos. El paradigma perfecto de la escalabilidad en los servicios. Siendo los agentes de IA algoritmos facultados para tomar medidas en nombre de un usuario, ya están comenzando a remodelar de una forma profunda (aunque aún quizá no muy visible) el panorama empresarial.
Como apuntan desde Microsoft, “Los agentes de IA no son sólo una forma de obtener más valor para las personas, sino que serán un cambio de paradigma en términos de cómo se hace el trabajo”.
Y esto, como muchas otras aplicaciones de las tecnologías disruptivas que estamos viendo, solamente está empezando.
MULTITALENTO EN EVOLUCIÓN CONSTANTE
El mundo siempre ha estado en cambio. Lo que pasa con estos tiempos es que se ha acelerado. Todo pasa más rápido y, con frecuencia, las implicaciones de las novedades tienen más profundidad y alcance.
Por esa razón se habla de la importancia de la gestión estratégica del talento. La empresa se pregunta dónde quiere estar dentro de unos años. Visualizado ese futuro viene la siguiente pregunta: ¿qué talento nos hará falta para llegar ahí?
En el informe citado arriba del Foro Económico Mundial dejan claro que habrá que ir actualizando los talentos para afrontar los retos que hay en el camino al futuro. Por término medio, los trabajadores pueden esperar que dos quintas partes (39%) de sus competencias actuales se transformen o queden obsoletas en el periodo 2025-2030. Sin embargo, esta medida de «inestabilidad de las cualificaciones» se ha ralentizado en comparación con ediciones anteriores del informe, pasando del 44% en 2023 y un punto máximo del 57% en 2020 a raíz de la pandemia. Este resultado podría deberse a que un porcentaje cada vez mayor de trabajadores (50%) ha completado medidas de formación, reciclaje o mejora de las cualificaciones, frente al 41% en la edición del informe de 2023.
En otras palabras, que harán falta muchos tipos de talento y que hay que tener claro que lo que vale para las condiciones de mercado de hoy quizá ya no valga para las de dentro de pocos años.
Y eso supone ir actualizando el mix de talentos que hace que una organización funcione de forma competitiva.
NEGOCIOS EN EL METAVERSO
Por si te pilla fuera de juego, sobre todo después de unos años en los que se dejó de hablar de ello, ¿qué es el metaverso? El metaverso es un universo virtual tridimensional que fusiona la realidad física con la digital, creando un entorno inmersivo, persistente e interactivo. Se trata de un ecosistema compuesto por múltiples mundos virtuales interconectados donde los usuarios, representados por avatares, pueden socializar, trabajar, jugar y crear. El libro (y su película) Ready Player One, de Ernst Cline, te ayudarán a visualizarlo perfectamente.
Piensa en el metaverso como una versión muy evolucionada de las interacciones online como los foros o las videoconferencias, yendo hacia espacios compartidos tridimensionales y en tiempo real. Unos espacios que siguen su vida aunque tú te desconectes.
¿Y, en concreto, qué tiene que ver ese mundo virtual con mi empresa? Pues mucho. Por ejemplo, imagina oficinas virtuales, eventos virtuales, tiendas en las que tú entras a ver qué ofrecen, espacios de formación inmersiva, comunidades virtuales cuyos miembros se “ven”, simulaciones de todo tipo, … La lista puede ser larga y las posibilidades de cada elemento de la lista, infinitas.
Quizá tu empresa no tenga ahora nada que ver con el metaverso, pero lo más probable es que su futuro sí que lo incluya.
REALIDAD AUMENTADA
¿Que aún ves lejos eso del metaverso? Pues la Realidad Aumentada (AR en inglés) es para ti. Lo que hace es superponer información digital sobre el entorno físico real mediante dispositivos específicos como cámaras de teléfonos o gafas inteligentes. Ello permite interactuar con elementos digitales mientras se mantiene la percepción del mundo real. En otras palabras, que complementa el mundo físico con datos digitales.
Digamos que es una forma supervitaminada de presentar esa información extra.
Imagina una cafetería que usa la Realidad Aumentada para dar vida a una caja de postres y contar una historia animada que los clientes puedan compartir en las redes sociales. O en una cadena de montaje en la que se produce un fallo: gracias a la realidad aumentada es más fácil y rápido verificar posibles causas. Incluso el operario que está gestionando el problema puede compartir su visión de AR con un experto que puede guiarle virtualmente.
Si tu competencia lo hace y tu empresa no, adivina quién se llevará el cliente y las ventajas en términos de rentabilidad del uso de esta forma híbrida de ver las cosas.
HACIA DÓNDE VA ESA EMPRESA SUPERHÍBRIDA
Cualquier organización que aspire al éxito también en el futuro debe, necesita ser capaz de hibridar su funcionamiento. Identificando las nuevas formas de trabajar, actualizando las habilidades y mentalidades de sus colaboradores, y dejando atrás lo que va quedando obsoleto.
La Empresa Superhíbrida tiene en su ADN, en su cultura, muchos niveles de interacción con su ecosistema. Unos humanos, otros tecnológicos, casi todos de actitud.
Y te pregunto: ¿qué otras formas de hibridación crees que podría tener esa empresa superhíbrida?