El poder de la curiosidad, la creatividad y el pensamiento crítico

"La creatividad, la curiosidad y el pensamiento crítico entran en un bar…"

Suena como el comienzo de un mal juego de palabras o un chiste, ¿no?

Pues la verdad es que esta combinación salvaje no es una broma. En realidad, es una de las fuentes de pensamiento innovador más poderosas que puedas imaginar.

Estoy hablando de una superpotencia al nivel de los Vengadores.

Este trío transformador es el secreto para liberar el pensamiento innovador que se ha estado escondiendo dentro de ti y de tus equipos, pero que no sabías que estaba ahí.

 

Traducido y adaptado del original "From Meh to Marvelous: The Power of Curiosity, Creativity, and Critical Thinking", por Carla Johnson en su blog.

 

 

CURIOSIDAD: TU ENTROMETIDO VECINO INTERIOR

Empecemos por la curiosidad. ¿Recuerdas cuando eras niño y preguntabas “por qué” tantas veces que tus padres probablemente querían enviarte al circo? Bueno, ese deseo insaciable de saber más es la chispa que enciende la innovación.

La curiosidad es como ese vecino fisgón que siempre está mirando por encima de la valla. En el mundo empresarial, se aparece como:

  • procesos de cuestionamiento que existen desde la Edad de Piedra
  • buscar perspectivas de personas que no sean copias de usted mismo
  • explorar nuevas tecnologías, incluso si te hacen sentir como un cavernícola tratando de manejar un teléfono inteligente.

Cuando fomentamos la curiosidad en nuestras organizaciones, creamos un entorno en el que el status quo recibe una patada en el trasero muy necesaria y las nuevas ideas son bienvenidas, como el repartidor de pizzas en una sesión de estrategia nocturna.

 

CREATIVIDAD: LA FIESTA SALVAJE DE TU CEREBRO

¡Aquí es donde las cosas se ponen divertidas! La creatividad es como si tu cerebro organizara una fiesta e invitara a todas las ideas locas y extravagantes que normalmente mantiene encerradas en un armario. Se trata de conectar puntos que no parecen tener nada que ver con estar conectados.

En el mundo empresarial, la creatividad es fundamental para:

  • desarrollar productos que hagan que la gente diga: "¿Cómo pude vivir sin esto?"
  • resolver problemas de manera que todos los demás se pregunten: "¿Por qué no pensé en eso?"
  • elaborar campañas de marketing a las que la gente realmente quiera prestar atención (lo sé, impactante, ¿verdad?)

Al fomentar la creatividad, damos permiso a nuestros equipos (y a nosotros mismos) para colorear fuera de las líneas, pensar fuera de lo común y utilizar cualquier otro cliché que básicamente signifique "¡haz algo diferente por una vez!".

 

PENSAMIENTO CRÍTICO: EL ADULTO RESPONSABLE EN LA FIESTA

Por último, pero no menos importante, tenemos el pensamiento crítico. Si la curiosidad es el vecino entrometido y la creatividad es la fiesta salvaje, el pensamiento crítico es el adulto responsable que viene a limpiar el desorden y asegurarse de que nadie queme la casa.

El pensamiento crítico es el proceso de analizar, evaluar y sintetizar información para formar juicios bien razonados. En los negocios, implica:

  • preguntar: "Está bien, pero ¿esto realmente funcionará?" antes de invertir millones en la próxima gran novedad
  • identificar riesgos potenciales antes de que se conviertan en situaciones de "¿por qué todos gritan y corren con el pelo en llamas?"
  • tomar decisiones basadas en hechos y lógica, no sólo porque “siempre lo hemos hecho así”. (Y en serio, si has pronunciado estas palabras o estás en presencia de alguien más que lo hace, debes sentarte y prestar atención).

El pensamiento crítico ayuda a convertir esas ideas creativas y atrevidas en algo que no le provocará un infarto a su director financiero.

 

LA TRIFECTA DE LA INNOVACIÓN

Ahora bien, aquí es donde ocurre la magia. Cuando unes la curiosidad, la creatividad y el pensamiento crítico, es como reunir a los Vengadores de la innovación. Cada uno es poderoso por sí solo, pero ¿juntos? Son imparables.

Esta trifecta (=en las carreras de caballos, apuesta en la que se pronostica el orden de llegada de los tres primeros )  te ayuda a:

  1. romper el status quo: la curiosidad cuestiona la norma, la creatividad imagina nuevas posibilidades y el pensamiento crítico descubre cómo hacerlo realidad sin llevar a la empresa a la quiebra.
  2. acelerar la adaptación: en un mundo que cambia más rápido de lo que se puede decir "innovación disruptiva", este trío le ayuda a mantenerse a la vanguardia en lugar de perseguirla.
  3. fomentar la resiliencia: cuando surjan desafíos (y surgirán), tendrá las herramientas no solo para sobrevivir, sino también para prosperar.
  4. mejorar la resolución de problemas: los problemas complejos no tienen ninguna posibilidad contra el poder combinado de estas tres habilidades.
  5. impulsar la mejora continua: Porque ¿quién quiere quedarse estancado cuando puedes ser espectacular?

 

CONVERTIRTE EN UN INNOVADOR PERPETUO

Ahora, ya puedo escuchar a algunos decir: "Eso es genial para las Apple y Google del mundo, pero nosotros no somos ellos". Y a eso yo digo: ¡tonterías!

Verás, la innovación no se trata de tener un enorme presupuesto de I+D o un equipo de genios en batas de laboratorio. Y no necesitas un equipo de pensadores de diseño o analistas de datos. Se trata de aplicar consistentemente estas tres habilidades en todo lo que hagas. Se trata de convertirnos en lo que yo llamo un Innovador Perpetuo.

Los innovadores perpetuos son las personas y empresas que parecen tener una fuente inagotable de grandes ideas. Ellos son los que te hacen pensar: "¿cómo siguen inventando estas cosas?" ¿Su secreto? Han convertido la innovación en una mentalidad. Y eso hace que sea fácil convertirlo en un hábito.

¿Y adivina qué? Tú también puedes hacerlo. Ya sea que seas un director ejecutivo de Fortune 500 o propietario de una pequeña empresa, ya sea que trabajes en tecnología o vendas papel higiénico, tienes el potencial de convertirte en un innovador perpetuo.

 

LA INVITACIÓN A LA INNOVACIÓN

Este es mi desafío para ti: comienza a ejercitar esos músculos de la innovación. Siente curiosidad por algo en tu negocio que siempre has dado por sentado. Deja volar tu creatividad durante cinco minutos al día. Aplica algo de pensamiento crítico a un problema que te ha estado molestando.

Recuerda, la innovación no se trata de crear el próximo iPhone. La innovación trata de ofrecer constantemente ideas nuevas, excelentes y confiables que hagan avanzar el negocio. Y con la curiosidad, la creatividad y el pensamiento crítico como guías, ya estás a mitad del camino.

¿Quién sabe? La próxima gran idea innovadora podría estar acechando en ese hermoso cerebro tuyo. Así que adelante, desátalo. El mundo está esperando.

 

AUTORA

Carla Johnson ayuda a los líderes que a menudo están paralizados por el pensamiento tradicional. Sufren de un crecimiento lento, una ventaja competitiva que se está erosionando, un bajo compromiso de los empleados y una confianza agotada de los inversores. Sus equipos carecen de propósito y progreso y luchan constantemente contra la resistencia al cambio y a las nuevas ideas.

IMAGEN: CanvaPro

 

 

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